Don Juan, y su máquina de origen alemán.
Si este personaje, no hubiese existido, lo tendríamos que haber inventado, porque ningún pueblo que se precie de tal, puede carecer de un fotógrafo de plaza.
Inmigrantes, cuando no, gitanos rumanos venidos desde Francia, en el año 1908, la familia de don Juan, deambulo por La Pampa algún tiempo, hasta que se radico definitivamente en La Matanza en 1942.
Probando infructuosamente varios oficios, finalmente el padre de don Juan fue fotógrafo, oficio que heredaría don Juan, y así llegó a nuestro pago. Recorriendo todos y cada uno de los barrios de Matanza con su maquina de origen alemán. Allá por 1955, con un permiso precario, se instala en la plaza de San Justo y por más de 40 años estaría aquí, hasta 1996 en que se jubila, para cuando ya comenzaba a dejar de tener clientes. Hablaba hasta por los codos, recitaba el Martín Fierro, renegaba de que el Gral. San Martín, no hubiera venido a BSAS…”a cortar cabeza”, mientras acomodaba a sus clientes para sacarles la foto. Quienes nos deteníamos a conversar con el, siempre le pedimos que cuando dejara de trabajar, nos dejara aquella maquina, para el futuro Museo Histórico de San Justo ( aún en veremos) y el cumplió, al dejar de trabajar y luego de pensárselo un tiempo, finalmente no legó su maquina, para recordarlo a el , a su profesión y al San Justo de los años en que no cualquiera tenía una cámara de fotos, como en nuestros días. Gracias don Juan Stankovich.