DONACIÓN.

Maria Antonia Segurola de Ramos Mexia

El 18 de octubre de 1925 el FERRO CARRIL OESTE, procede a rematar los terrenos que la Sra. María Antonia Segurola de Ramos Mejía le había donado para playa ferroviaria y que eran utilizados como vivero, frente a la estación. Haciendo finalmente,  donación a la Casa de Auxilios, de dos parcelas con un área de 423,20 mts2. Cuadrados, sobre Av. De Mayo, gracias a las gestiones realizadas por el dueño y periodista del diario el “Combate” de Ramos Mejía Juan E. Gleeson.

Con trípode y aparejo preparado sobre el pozo para la piedra fundamental.

Pasado dos  años, el 20 de febrero del 27,  el semanario del Concejal y Director, decía: “Con una mañana de pleno sol, en que la naturaleza parecía vestir sus mejores galas, se realizó el domingo último la ceremonia de colocación de la piedra fundamental del edificio de la casa de auxilio…”

El doctor Ardoino y el Sr. Obispo Fray José M. Bottaro firmando el pergamino.

Y así, el 22 de abril de 1928 se inaugura el nuevo edificio, como corolario a una década de arduo trabajo de la comisión pro hospital vecinal. Ya para 1931 figuraba en actas por el Sr. Genaro Castagna, la difícil situación que atravesaba el país y por ende la sala, conminando a buscar cooperadores para la obra, a pesar de que en el presupuesto  general del municipio figuraban $4800 de la época, anuales, de subvención en concepto de “beneficencia” para la Casa de Auxilio de Ramos Mejía.


Imagen de 1937 del edificio con su clásico molino y tanque de agua.

“El progreso” (periódico social, noticioso, literario e informativo), dirigido por el señor Rafael Azaña de la calle Arenales 847, el 19 de septiembre de 1932 insertaba en sus páginas la siguiente nota: “Gesto simpático de la sala de auxilios de Ramos Mejía”, “La Sala de Auxilio de Ramos Mejía ha tenido la feliz idea digna de todo encomio, de repartir diariamente raciones de sano alimento a los menesterosos que tal favor solicitan. Dicha comidas se sirven en el local de Rivadavia y Avellaneda, que el señor Bottaro ha cedido gratuitamente para este efecto. Una vez más la simpática institución ha demostrado el desarrollo de su gran obra de caridad. Todo el pueblo en masa ha aplaudido esa idea de los iniciadores, personas de católicos principios que tan prácticamente aplican las divinas palabras del evangelio: “Dar de comer al hambriento”.

A de destacarse la labor del doctor Felipe Iannone, que recibido en 1923, y después de haber trabajado como practicante junto a Ardoino, benefactor y filántropo; (después de que su mentor se retirara por una larga dolencia); es nombrado director en 1950 y por su obra humanitaria, heredó de su antecesor el nombre de “médico de los pobres”.

Como nota de color se transcribe el párrafo de la investigación  de luis Ghirardi  del libro “Ramos Mejía su historia”, bajo el título CASAS QUINTAS que dice: “En todas ellas se destacaban los altos molinos de viento marca Agar-Cross o Guanaco”. Por eso incluimos esta publicidad del semanario “Caras y caretas” de la época.

Recopilación y foto color (actual)  Juan J. Cambareri Historia de Ramos Mejía de luis Ghirardi 1973 Semanario Caras y caretas Ramos Mejía su historia, Carlos Oscar Boragno CLM 2008 Archivo CEHLaM Recopilación y digestos de  Ordenanzas y resoluciones. 1928